Hace unos meses nos ocupábamos de los beneficios de la música como instrumento fundamental en el proceso de enseñanza-aprendizaje educativo interno de la infancia con sordera. De cómo la música estimula el desarrollo del proceso del lenguaje matemático, potencia la capacidad lingüística, facilita la adquisición de la lengua extranjera y estimula el trabajo cooperativo y la sociabilización en el grupo. La comunidad científica ha ponderado en muchas ocasiones lo múltiples efectos de la música en el proceso de desarrollo de la persona.
La música y el bienestar emocional de las personas con discapacidad auditiva
Desde la Asociación Gregorio Ybarra, con el apoyo del área social de GAES hemos impulsado “Vibra”, una actividad musical innovadora en las aulas de varios centros escolares, donde está escolarizado este alumnado con el objetivo de favorecer su inclusión y bienestar emocional.
El taller didáctico musical aborda de manera inclusiva el fenómeno del sonido y la música, que tienen como base la vibración, de cómo se propaga en el aire y cómo la entendemos desde la música. A través del juego con distintos instrumentos el alumnado experimenta cómo lo percibe cada uno de manera diferente. La música no solo se escucha a través de los oídos sino que se siente a través de todo nuestro cuerpo.
El sonido es una vibración originada por un cuerpo y difundida mediante ondas que presenta cuatro cualidades: timbre, intensidad, duración y altura, que pueden hacer que la música llegue a una persona con sordera:
- La altura es la frecuencia que produce un cuerpo sonoro. La cantidad de vibraciones que se producen por segundos. Conforme a esto se pueden distinguir los sonidos como graves o agudos.
- La duración es el tiempo que duran las vibraciones que produce un sonido y está relacionada con el ritmo.
- La intensidad es la fuerza con la que se produce un sonido y depende de la energía.
- El timbre es la cualidad que nos permite distinguir voces e instrumentos.
Gracias al desarrollo de las prótesis auditivas de GAES y otros proveedores, las personas con pérdida auditiva han incrementado notablemente su capacidad auditiva mejorando sus condiciones de vida. La mejora de su condición auditiva favorece que las personas con discapacidad auditiva puedan oír y escuchar sonidos y acceder a la música, fundamental en el proceso de rehabilitación del lenguaje, como reconoce la metodología verbotonal. La música se fundamenta en los mismos parámetros que el lenguaje: ritmo, pausa, tiempo, entonación, etc. Numerosas investigaciones demuestran resultados muy positivos del efecto de la música sobre la discapacidad auditiva desmitificando la idea de que estas personas no pueden disfrutar la música. El entrenamiento de la capacidad auditiva y de, percepción, identificación y discriminación de diferentes sonidos es a la vez un entrenamiento para el área sensorial que trabaja el lenguaje.
Con este propósito la Asociación Gregorio Ybarra, con la colaboración de GAES, ha diseñado diferentes talleres musicales inclusivos adaptados a las necesidades del alumnado con discapacidad auditiva con el objetivo de:
-promover su participación a través de una actividad inclusiva mediante estrategias grupales con todo el alumnado
– Sensibilizar y concienciar a sus compañeros oyentes sobre la importancia de mantener una buena salud auditiva
La importancia de mantener una buena salud auditiva
Informes recientes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), advierten de que gente cada vez más joven acude a consultas quejándose de molestias en el oído. La OMS prevé que para el 2050, unos 2.500 millones de personas en el mundo —es decir, una de cada cuatro— tenga algún grado de pérdida auditiva. Más de 1000 millones de personas en edades comprendidas entre los 12 y los 35 años corren el riesgo de perder la audición debido a la exposición prolongada y excesiva a música fuerte y otros sonidos recreativos, lo que puede acarrear consecuencias devastadoras para su salud física y mental, educación y perspectivas de empleo.
Aunque las cifras en aumento se deben principalmente a los cambios demográficos, como el crecimiento mundial de la población en edad avanzada, hay otros factores que influyen en la salud auditiva de una persona a lo largo de su vida. Un agente principal es, precisamente, el ruido excesivo, segundo factor de estrés ambiental.
Un estudio reciente de GAES apunta que la mitad de los jóvenes usan cascos una media de tres horas al día, muchos con alto volumen. Y la consecuencia es que un tercio ya tiene problemas de audición.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda no sobrepasar los 80 decibelios (dB) o en todo caso no superar el 60% de la capacidad máxima de volumen que ofrezcan los auriculares. Este organismo también aconseja limitar esta escucha a un máximo de una hora diaria para evitar dañar a nuestra audición.
Con el objetivo de concienciar sobre la importancia de una escucha responsable, en nuestro taller «Vibra» empleamos una innovadora iniciativa lanzada por GAES: la app listen responsibly, un recorrido pedagógico, divertido y multidisciplinar pensado para convertir al alumnado en los pioneros de una nueva cultura del sonido. Gracias a esta app, medimos el ruido ambiente en el aula con el alumnado y tomamos buena nota de sus recomendaciones en materia de salud auditiva. Por lo común, someterse a una intensidad sonora de más de 80 decibelios durante períodos superiores a 40 horas a la semana puede dañar irremediablemente las células sensoriales del oído interno. El tráfico en una avenida de una grande ciudad puede alcanzar los 60 decibelios; la sala llena de un restaurante llega a los 80; el ruido de una motocicleta alcanza a los 90 y la música en una discoteca a 100. La Agencia Europea para la Seguridad y la Salud del Trabajo estima que entre el 25% y el 33% de los trabajadores en Europa están expuestos a un alto nivel de ruido, al menos durante una cuarta parte de su jornada laboral.
Desde la Asociación Gregorio Ybarra pensamos que la inclusión educativa del alumnado con sordera puede ir de la mano de una buena educación en materia de salud auditiva. Creemos que es muy importante encontrar nuevas plataformas, formatos y canales que difundan la importancia de la prevención de la pérdida de audición, el bienestar auditivo y la escucha responsable. ¿Y vosotros qué pensáis? ¿Os gustaría contar con un taller similar en vuestro centro escolar? Os leemos en comentarios.
Escuchamos, innovamos, acompañamos a las personas con discapacidad auditiva en sus entornos.