La importancia de la orientación laboral, la autonomía y el desarrollo integral en adolescentes con sordera
El año 2018 fue un año clave en la asociación ya que se realizó un proceso de reflexión y cambio con la idea de crear un plan y unas líneas estratégicas que guiaran los siguientes pasos.
Durante este proceso se quiso impulsar la inclusión laboral de adolescentes y jóvenes con sordera mediante la formulación de un nuevo proyecto, ya que consideramos que el empleo forma parte fundamental de nuestras vidas y favorece nuestro desarrollo personal integral, mejora la autonomía, la autoestima, así como las interacciones sociales y la independencia económica. En definitiva, tener un empleo impulsa el proyecto vital de cada persona y, por ello, quisimos diseñar un proyecto que abogara por este objetivo.
Además, la inclusión laboral de todas las personas, sin dejar nadie atrás, forma parte de las metas del Objetivo de Desarrollo Sostenible 8, que fomenta el trabajo decente y el crecimiento económico, y la asociación tiene este ODS entre sus objetivos estratégicos.
De este modo surgió el nuevo proyecto del área laboral de la entidad, destinado a la orientación laboral, autonomía y desarrollo integral y que tiene por objetivo facilitar, promover y acompañar el desarrollo personal, social y profesional de adolescentes con sordera en Bizkaia y sus familias con el fin de orientarles en su itinerario escolar y profesional.
Se trata de identificar y reducir las barreras y dificultades que encuentran algunos jóvenes con sordera en el acceso al mercado laboral, mediante el impulso y el desarrollo durante su adolescencia de las competencias, capacidades, habilidades y destrezas que faciliten su activación hacia la inserción sociolaboral.
Durante 2018 iniciamos un proceso de reflexión para crear las nuevas líneas estratégicas que iban a guiar la actividad de la asociación y se diseñó un nuevo proyecto para impulsar la inclusión laboral de adolescentes y jóvenes con sordera.
Objetivo: Faciltar, promover y acompañar el desarrollo personal, social y profesional de adolescentes con sordera en Bizkaia y sus familias con el fin de orientarles en su itinerario escolar y profesional.
Como fin último, se pretende mejorar la empleabilidad de la juventud con discapacidad auditiva a través del desarrollo de sus competencias técnicas y profesionales, teniendo en cuenta su perfil de entrada, los requerimientos del mercado laboral, el impacto de la transformación digital y las tendencias innovadoras emergentes, pero para llegar hasta allí, tenemos que empezar la primera etapa del recorrido.
La meta es mejorar la empleabilidad de la juventud con discapacidad auditiva a través del desarrollo de sus competencias técnicas y profesionales.
Sin embargo, la primera fase del proyecto que se implementó en el curso 2019/2020 se centraba en el desarrollo personal y en las habilidades sociales de la adolescencia con sordera. ¿Por qué es importante este paso previo antes de trabajar la inclusión laboral?
¿En qué se centra esta primera fase del proyecto?
La importancia del desarrollo personal y de las habilidades sociales en adolescentes con sordera
A menudo la investigación e intervención con adolescentes con discapacidad auditiva se ha limitado al desarrollo perceptivo-cognitivo y lingüístico; sin embargo, cada vez cobra más importancia el desarrollo emocional de este colectivo.
En los últimos años se ha producido un creciente interés en el campo educativo por los aspectos sociales, emocionales, afectivos y relacionales. Un ejemplo claro se encuentra en la gran producción de investigaciones y programas desarrollados para la mejora de la regulación emocional, las habilidades sociales y la autoestima. Todos ellos surgen del convencimiento de que un adecuado autoconcepto, el sentimiento de seguridad personal y la capacidad de establecer relaciones sociales satisfactorias favorecen los procesos de aprendizaje y los de inclusión social y laboral en la vida adulta.
Cuando las personas se enfrentan l aprendizaje sin las destrezas sociales y emocionales clave se encuentran en situación desfavorable para aprender y pueden presentar problemas conductuales, emocionales y sociales durante toda su vida, ya que las emociones y las relaciones sociales cobran cada vez más importancia en el ámbito laboral.
Las personas sordas, como el resto de colectivos que comparten cierta característica concreta, son diferentes entre sí y, por supuesto, no tienen por qué tener rasgos de personalidad comunes. De hecho, existen importantes diferencias entre unas y otras y una gran heterogeneidad en el colectivo también en lo referido al desarrollo emocional, social y cognitivo, al igual que en cualquier ámbito de desarrollo humano. Sin embargo, numerosas investigaciones indican que la infancia y adolescencia con sordera pueden tener más dificultades para desarrollar una buena competencia social, controlar sus impulsos y desarrollar un adecuado autoconcepto y autoestima, reconocer y expresar sentimientos y emociones, dificultades para regular la conducta y especialmente para tolerar la frustración, características que, insistimos, no siendo propias de las personas sordas, se derivan de un desarrollo personal y social inmaduro a consecuencia de interacciones con el medio social en el que crecen.
Así, adolescentes con sordera escolarizados en régimen de inclusión y cuyo ambiente familiar y social se desarrolla entre personas oyentes tienden a sentirse desplazados y sin una identidad definida, y que no acaban de sentirse ni sordos o sordas ni oyentes. Además, a medida que van creciendo sus relaciones sociales se ven condicionadas por el mal uso y entendimiento del lenguaje. Estas personas no suelen desarrollar normalmente sus habilidades sociales, suelen tener problemas de autoestima, y falta de identificación con lo que le rodea y de integración y comprensión dentro de su ambiente familiar y social. Esta situación provoca una frustración y un anhelo por encontrar referentes entre sus iguales con sordera que refuercen su autoconocimiento y aceptación como persona sorda en la búsqueda de su propia identidad.
La falta de control de su experiencia emocional supone, en algunos casos, un aspecto clave en los adolescentes con sordera. Al no contar con las herramientas suficientes para influir en sus pares a través del lenguaje, es fácil que se frustren. También suelen darse complicaciones en relación a la madurez social, concretamente en la habilidad para cuidar de sí mismo y de las demás personas. En ocasiones, los chicos y chicas con pérdida auditiva muestran comportamientos inadecuados ligados a interpretaciones inexactas de la causa de los acontecimientos. Tienden a hacer inferencias erróneas también cuando se trata de situaciones sociales o emocionales.
Además, debido a la falta de experiencias, una cierta sobreprotección de la sociedad y las dificultades comunicativas, también suelen tener dificultades para desarrollar autonomía personal. Por ejemplo, su escaso vocabulario sobre pensamientos y emociones es debido a las conversaciones más sencillas que les ofrecen las personas adultas. De este modo, una falta de exposición lingüística alimenta esa carencia.
Es decir, jóvenes y adolescentes con sordera presentan un riesgo potencial a desarrollar mayores dificultades socioemocionales, así como problemas a la hora de reflexionar sobre cuestiones e ideas que impliquen al pensamiento abstracto.
El desarrollo de ciertas habilidades sociales que en la actualidad son decisivas para la inclusión en el mundo laboral como la capacidad de cooperar, trabajar en grupo, o resolver los conflictos, requieren primero de unas habilidades de comunicación que, según ciertas investigaciones con alumnado sordo, a duras penas puede alcanzarse por las dificultades que presenta este colectivo para alcanzar un desarrollo armónico de la personalidad, así como el ajuste personal y social en la vida adulta.
El desarrollo de habilidades sociales que son decisivas para la inclusión en el mundo laboral requieren, primero, del trabajo de unas habilidades de comunicación que en ocasiones no son alcanzadas por el alumnado sordo. Esto provoca dificultades a la hora de alcanzar un desarrollo armónico de la personalidad y un ajuste personal y social en la vida adulta.
El proyecto de la Asociación Prosordos Gregorio Ybarra vinculado con la orientación laboral, la autonomía y el desarrollo personal de adolescentes con sordera
Después de hacer esta reflexión que señalaba al desarrollo de la competencia emocional y social de los adolescentes con sordera como un paso imprescindible para promover su desarrollo integral y su bienestar personal y laboral, se planteó un proyecto en dos fases centrado en dos aspectos considerados fundamentales para favorecer la inclusión sociolaboral de adolescentes con sordera:
- El desarrollo de las competencias socioemocionales mediante un programa de autoconocimiento, autoconcepto, autoestima, habilidades sociales, resolución de conflictos, asertividad y empatía que favorezca su autonomía y desarrollo madurativo.
- La activación de itinerarios integrados y personalizados de inclusión laboral, a través de procesos de formación adaptados a sus necesidades específicas, combinando medidas de activación, motivación, orientación, valoración de capacidades y programas para el desarrollo de competencias, habilidades para la empleabilidad y la búsqueda activa de empleo, así como líneas de emprendimiento sostenible.
Proyecto de orientación laboral, la autonomía y el desarrollo personal de adolescentes con sordera.
Fase 1: Programa de autoconocimiento, autoconcepto, autoestima, habilidades sociales, resolución de conflictos, asertividad y empatía.
Fase 2: Activación de itinerarios integrados y personalizados de inclusión laboral, a través de procesos de formación adaptados a las necesidades específicas de las personas participantes.
Durante el curso 2019/2020 se puso en marcha el proyecto piloto destinado a abordar la primera fase, que se vio afectado por la presencialidad obligatoria que supuso el confinamiento desde el mes de marzo. Aun en estas condiciones, hemos recogido un feedback y unas evaluaciones positivas de estos proyectos que pretendemos consolidar en este curso 2020/2021.
El objetivo de esta primera fase era la de proporcionar apoyo en su desarrollo personal y social al alumnado con sordera y sus familias, con el fin de orientarles posteriormente en su itinerario escolar y profesional.
Se trabajó a través de dinámicas y talleres de habilidades sociales, autoestima, asertividad, autoconocimiento, aceptación de uno mismo y educación emocional en sesiones tanto individuales como grupales con el objetivo de facilitar, promover y acompañar el desarrollo personal, social y profesional de adolescentes con sordera.
La profesional que desarrolló esta labor es una psicóloga que tiene el nivel B1 de Lengua de Signos y trabajó con adolescentes sordos en el Departamento de sordera y salud mental del Hospital Universitario de Basurto (Bilbao). Además, en el mes de enero de 2020 se vio conveniente incluir la figura de un coterapeuta con el fin de dar apoyo a la psicóloga en las sesiones grupales, decisión que ha resultado plenamente acertada a juzgar no solo por la opinión de los participantes sino también por sus familias y la propia psicóloga.
Ulertuz Asociación de Familias, Amigos y Amigas de Niños y Niñas Sordas de Bizkaia nos cedió el espacio para desarrollar el proyecto, así como otras facilidades para avanzar en el proyecto.
Objetivo fase 1: Proporcionar apoyo en su desarrollo personal y social al alumnado con sordera y sus familias, con el fin de orientarles posteriormente en su itinerario escolar y profesional.
Equipo: Psicóloga con nivel B1 de Lengua de Signos y experiencia con adolescentes sordos y un coterapeuta de apoyo en las sesiones grupales.
Lugar: Espacio cedido por Ulertuz Asociación de Familias, Amigos y Amigas de Niños y Niñas Sordas de Bizkaia.
Se consideró apropiado intervenir en alumnado que cursa primer ciclo de la ESO porque se encuentran en pleno proceso de superación de la pubertad y al mismo tiempo su personalidad no se ha desarrollado completamente todavía. Los beneficiarios directos de este proyecto suman el 9,86% del total de beneficiarios directo de la actividad de la asociación.
Se mantuvieron un total de 134 sesiones individuales por participante de una hora de duración y un total de 10 sesiones de trabajo grupal. Además se dedicaron 23 sesiones a atender y orientar a las familias prestando un apoyo que consideramos fundamental, no solo por lo que supone en cuanto al acompañamiento sino también por la información que transmiten sobre cada adolescente.
A partir de todos los aspectos recogidos gracias a la experiencia y a la evaluación del curso pasado, este año se está aprovechando para implementar una propuesta de mejora con el objetivo de perfeccionar todas las cuestiones que preocupaban al equipo y a las personas participantes de esta primera fase.
Resultados del curso 2019/2020:
Población benéfica directa: 7 adolescentes de entre 11 y 13 años.
Población beneficiaria indirecta: sus familias y entorno social y profesionales de la educación.
Sesiones: 134 individuales por participante de 1 hora de duración y 10 grupales. Además se realizaron 23 sesiones para atender y orientar a las familias.